domingo, 26 de octubre de 2008

Dos ángeles


No había más que penumbra a mi alrrededor,
las estrellas se escondían tras las nubes,
solo la luna blanca iluminaba en algo la soledad.
Caminé sin rumbo por espinosos caminos,
caminé junto a espectros sin vida.
El frío azotaba sin piedad mi rostro,
revolvía mi largo cabello.
Ya no quería vivir. Los betustos
árboles que rodeaban mi gris camino, se
asemejaban a largos y huesudos dedos, los mismos,
que sentía, me iban a atrapar; iban a
aprisionarme en mi dolor, iban a
arrancarme mis últimas esperanzas de amar.
De pronto mil almas me rodearon, todas
diáfanas, crueles y con sed de beber
la poca luz que quedaba en mi esencia.
Yo, débil, frágil y sin fuerzas, sin
poder defenderme de la inminente
muerte de mis sueños, de volverme
una más de esos entes que habitan
en la tierra, de los desesperados que usan
máscaras para huír de la realidad.
Allí apareciste, allí me salvaste,
mi ángel oscuro, me tomaste entre tus brazos
y me salvaste de esa gruesa oscuridad.
Me llevaste a un bello paraíso, me
alejaste de mi dolor. Tiernamente me besaste,
rrecorriste suavemente mi rostro con tus
labios, tomaste mis manos y las juntastes
fuertemente con las tuyas.
Desde aquel día, nos vemos en ese rincón
escondido, donde nuestro amor no está
prohibido, donde la pasión fluye,
donde soy tu diosa y de nadie más.
Te Amo.

jueves, 23 de octubre de 2008

solo tú


Toda mi vida habité en aquel
cielo infinito que está sobre
los simples mortales.

Pero todo fue falso,
todo fue, es y será una
mentira.

¿Por qué creí que era feliz?
¿Por qué pensé que estaba viva?
¿Por qué si mi cuerpo estuvo frío
por mucho tiempo?

Aquel cielo diáfano y luminoso
era solo una fantasía.

Caí al crudo y desesperado
infierno, me mataste, me
abandonaste, me engañaste.

En aquel abismo oscuro y helado,
descubrí con alegría tu mirada mi
ángel oscuro, vi el brillom puro de
tus ojos.

Ahí nos encontramos,
ahí nos amamos, con cada centímetro
de nuestra piel, con cada aliento
de nuestras sangrientas bocas.

Calentamos los cuerpos fríos,
reconstruimos las cenizas,
elevamos las alas al cielo
y por fin sonreimos de nuevo.

Ahora debemos escapar de
este sepulcro, para poder
ser felices, ahora hay que
amarnos como si el mundo se
fuera a acabar en un instante.

mi vida


Mi vida, obra absurda
actuada por fantasmas
sin pupilas.

Obra interminable de
dolor y risas, círculo
sin fin de mis fracasos.

Tú, si tú, eres la única
luz de mis noches, la
única estrella en el cielo.

Déjame sentir tu aliento
en mi boca y cambiar el
desden por alegría.

Dale color a mi gris vida,
termina abruptamente
con mi tristeza.

domingo, 12 de octubre de 2008

Suave Brisa

Quiero ser feliz junto a ti mi amada ángel,
quiero verte nacer y crecer,
quiero que sientas que te amo con todas las pocas
fuerzas que me quedan.
Quiero mirarte y volver a sonreir,
quiero que me acaricies con tus pálidos dedos,
tan dulces, tan suaves, tan sin culpa
de venir a este mundo.
Quiero tocarte y palpar tu inocencia,
tu brillo inmenso; quiero sentir
tu esencia pura y convencerme que yo di a
luz a un ser tan mágico y sublime.