Las formas fugaces dibujadas por nuestros
cuerpos en la penunbra, marcaban el inicio
del fin...
Fin de la razón.. inicio del amor....
Te sentí obscuro y sincero, deseoso y sútil...
Solo me deje envenenar por tus besos..
me deje llevar por tu mirada...
Me convertí en un títere entre tus manos que
me estrujaban... entre tu alma que me comía..
Y el calor de mis pechos perlados, aplacaban
el sudor que recorría mis piernas; el violeta
de mis gemidos, rompía el silencio en la madrugada...
Solo quería convertirme en uno contigo y cada
movimiento nos unía mas al pacto infernal que
estamos firmando...
Siendo como el viento amando las flores,
como el rocío evaporado por el sol...
Como la luna de esa noche, en la que te entregué
mi corazón...
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